Construcción promovida en el año 1908 por Benigo Castro, benefactor local a quien también se deben otros equipamientos de la zona, como la iglesia parroquial o la capilla del cementerio.
La casa es un edificio de planta rectangular, con un cuerpo alargado con dos alturas y bajo cubierta y otro cuerpo en forma de torre con tres alturas. En ambos se disponen huecos adintelados de fuerte sentido vertical, con recerco de piedra. Tocando a la torre se levanta la pequeña capilla, en estilo neogótico, que cuenta con una fachada principal de fuerte sentido ascensional, con un arco apuntado que acoge la puerta de acceso, y remate en espadaña con obeliscos.