Unida al vecino palacio por medio de un pasadizo, es un edificio de planta rectangular, cuya fachada principal se localiza en uno de los lados largos, mirando hacia el Camino de Santiago.
Esa fachada se configura en base a un eje (enmarcado por sendas pilastras), desplazado hacia la izquierda, que en la parte inferior está presidido por la puerta de acceso, adintelada y con recerco de sillares, sobre la que se dispone un óculo en forma de semicírculo, rematándose todo ello con una sencilla espadaña de un solo hueco, frontón liso y pináculos.
El interior cuenta con una única nave, con coro alto a los pies y cabecera recta.