El autor del diseño fue el arquitecto cántabro Ignacio de Cagigal, responsable también de obras en la catedral de Oviedo como la capilla de Santa Bárbara. Este edificio nace como monasterio de Agustinas Recoletas hacia 1666. Posteriormente, durante la ocupación francesa de inicios del XIX fue ocupado por las tropas, pasando tras la desamortización a acoger al Colegio de la Encarnación, centro de enseñanza secundaria. En la actualidad la parte que subsiste del antiguo monasterio y colegio acoge un hotel, conservándose la fachada de la portería y la de acceso al templo. La capilla es el actual comedor del hotel.