Edificio promovido por Ramón de Argüelles, marqués de Argüelles, como regalo de boda para su hija María Josefa de Argüelles, heredera del título. Fue ésta su residencia estival y punto de encuentro de la alta sociedad llanisca de comienzos del XX.
El edificio obedece a un proyecto del contratista local Juan Sordo Mijares, inspirándose en el palacio de Vistahermosa de Madrid. Es un palacete de planta rectangular, con sótano y dos plantas, de estilo neoclásico, muy contenido.
La fachada principal, que recuerda en su diseño a una villa del Renacimiento italiano, cuenta con un gran remate en forma de frontón triangular. En el piso superior se desarrolla un amplio balcón con antepecho de piedra a lo largo de los tres huecos centrales. En la planta inferior, una escalinata exterior de doble tramo da paso a la puerta principal.