Iglesia de origen prerrománico, aunque de esa época no conserva ningún resto. Sí que se ha mantenido la portada románica, aunque trasladada a la actual fachada de un templo muy transformado con el paso del tiempo y que tal y como se nos presenta en la actualidad es una obra del siglo XX en su mayor parte.
Tiene tres naves, crucero y ábside, con dos estancias laterales. Un pórtico apoyado en columnas y arcos de medio punto precede a la fachada principal.
La fachada principal, hacia el Oeste, conserva esa portada románica trasladada, de medio punto y con decoración en la imposta y en el guardapolvo. Encima de la portada, un óculo y la espadaña de doble hueco, rematada en un frontón curvo, con una bola en su eje, sobre la que se dispone una cruz de forja.