Ermita fundada hacia 1390 por los antepasados del capital Pedro de Merás, y muy transformada en reformas posteriores. La portada principal fue reconstruida en 1952, siguiendo modelos de inspiración renacentista. Cuenta con una portada en forma de arco de medio punto, enmarcada por silalres, sobre la que se abre una pequeña ventana cuadrada y, como remate, una espadaña de un solo ojo.
Al interior, cuenta con una sola nave y con una cabecera recta, en la que se alberga un pequeño retablo con una imagen de San Roque. Al interior cubre con bóveda de medio cañón.