Camino de la costa

Etapa 1: Bustio - Llanes

Etapa de 23,67 kilómetros de perfil suave y sin grandes desniveles que discurre entre el puente sobre el río Deva en Bustio y el puerto de Llanes. El Camino de Santiago atraviesa los concejos de Ribadedeva y Llanes, presentando tramos que han conservado muy bien sus características originales (con firme de tierra o zahorra) y otros que se han visto alterados por la construcción de infraestructuras viarias en los siglos XX y XXI, sobre todo la carretera nacional N-634, por cuyos arcenes discurre parte de la ruta. 

Esta etapa discurre por una zona de transición entre Cantabria y Asturias, lo que tiene su reflejo en el paisaje y en la arquitectura que jalona la ruta jacobea, en la que son abundantes los ejemplos de edificaciones inspiradas en modelos constructivos cántabros (la llamada arquitectura montañesa) y otros más propios de la tradición de Asturias. Esta situación se evidencia especialmente en el concejo de Ribadedeva, que de hecho formó parte de las Asturias de Santillana o de la provincia de Santander durante varios siglos de la Edad Media y Moderna, hasta su reincorporación definitiva a Asturias en 1833. Es ésta, igualmente, una zona en la que la presencia de los denominados indianos ha sido determinante, especialmente en los siglos XIX y XX. Se trata de personas que emigraron a América por motivos económicos y que triunfaron en su lugar de acogida, promoviendo en sus pueblos de origen la construcción de grandes edificios residenciales que daban muestra del nuevo estatus al que habían accedido. Igualmente, financiaron, en solitario o a través de asociaciones de emigrados procedentes de un  mismo lugar, la realización de obras públicas, como redes de saneamiento o alumbrado, o la construcción de equipamientos del tipo de hospitales, bibliotecas o centros culturales, posibilitando de esta manera que pequeñas poblaciones contaran en los albores del siglo XX con un nivel de servicios propio de las grandes ciudades. La villa de Colombres es un ejemplo paradigmático de todo ello. 

Muchas son las referencias históricas existentes en relación con el paso de peregrinos hacia Compostela por estas tierras, desde las menciones al hospitalero encargado de encender una luz todas las noches en la capilla del Cristo de El Bao para orientar a los romeros pasando por la existencia en Llanes de un hospital de peregrinos fundado ya en 1330, sin olvidarse del hecho de que ya en el Fuero de Llanes, carta fundacional de esta villa costera, se hiciera alusión a los peregrinos y a su derecho a realizar su camino en paz. 

 Es éste un camino jalonado de iglesias de gran interés patrimonial, como las de Santa María de Colombres, San Acisclo de Pendueles, Santa María de Puertas de Vidiago o San Roque l´Acebal, así como por capillas como las de El Bao en Ribadedeva o El Cristo de Llanes, sin olvidarse de pequeños humilladeros o capillas de ánimas, reflejo de la religiosidad popular, presentes en el Camino del Cantu, cerca de Colombres, en Buelna o en las proximidades de San Roque l´Acebal. 

Descripción de la etapa

Km 0  – Bustio

El punto de partida de esta etapa del Camino Costero está en el puente sobre el río Deva, divisoria entre las comunidades de Cantabria y Asturias y entre las localidades de Unquera y Bustio. Este puente se sitúa cerca del punto en el que el río Deva se une con el mar Cantábrico conformando la ría de Tina Mayor y una frontera natural clara entre las dos comunidades autónomas. Con anterioridad a la construcción de este puente, el cauce fluvial era atravesado gracias al uso de pequeñas embarcaciones o chalanas. Está documentada la existencia de un embarcadero más al norte de Bustio, en el lugar conocido en la Edad Media como Puerto Chico, desde donde partía un camino que pronto llegaba a la iglesia de Santa María de Tina (hoy en ruinas pero conservando aún la estructura de la construcción románica) y más adelante a la ermita de Santu Medé, en las proximidades del pueblo de Pimiango, en la rasa costera del municipio de Ribadedeva. 

Inmediatamente después de cruzar el puente se llega a la pequeña localidad de Bustio, primera de Asturias, en el concejo de Ribadedeva. Se trata de una población que conserva numerosas viviendas de tipología tradicional, flanqueadas por contrafuertes de sillares entre los que se disponen normalmente dos plantas, con presencia en la superior de un corredor de madera. También hay ejemplos de arquitectura montañesa, fácilmente identificables por tratarse de viviendas de gran porte con mucho protagonismo de la sillería y normalmente flanqueadas por una alta torre. Ejemplo destacado de este tipo de construcciones es “Villa Delfina”, hacia la que se encamina la ruta jacobea nada más cruzar el puente sobre el río Deva. 

El Camino de Santiago discurre entre “Villa Delfina” y otra construcción tradicional, con fachada de piedra vista hacia el puente. Se inicia entonces la mayor ascensión de esta etapa, a través del denominado Camín del Cantu, un tramo de aproximadamente dos kilómetros, con firme que combina zonas de empedrado con otras de hormigón, y que conduce directamente a Colombres, capital municipal. 

Se salvan en estos dos kilómetros más de 120 metros de desnivel, a través de una vía que cuenta con amplias perspectivas, que permiten contemplar desde los Picos de Europa a la izquierda al pueblo de Pimiango a la derecha, localidad ésta que se nos presenta como una población de desarrollo lineal en la cima de una elevación, dominada por la torre de la iglesia en el extremo izquierdo. En las  proximidades de Pimiango se sitúa la cueva de El Pindal, con pinturas paleolíticas y declarada Patrimonio Mundial en 2007. 

El ascenso del Camín del Cantu se mantiene hasta llegar a una pequeña capilla de ánimas sita a la derecha de la ruta. Desde aquí, la vía llanea hasta llegar a las primeras construcciones que anuncian la llegada a Colombres, la capital de Ribadedeva. 

Apenas dos kilómetros después de adentrarse en Asturias, el Camino de Santiago llega a la primera capital municipal, Colombres, villa declarada en 2013 Bien de Interés Cultural bajo la categoría de Conjunto Histórico. 

El Camino de Santiago llega a Colombres por la continuación del Camín del Cantu, entre viviendas unifamiliares de gran porte, densificándose progresivamente el caserío hasta llegar al centro de la localidad. La ruta jacobea atraviesa el núcleo urbano de Este a Oeste, discurriendo por las calles Lamadrid, Pío Noriega y Francisco Sánchez Noriega.  

En su recorrido por la capital de Ribadedeva, el Camino de Santiago permite conocer alguno de los rincones y edificios más emblemáticos de la localidad, empezando por la iglesia de Santa María, interesante edificio con orígenes en el siglo XV que experimentó una gran reforma a mediados del XIX que le dio su configuración actual, con dos torres flanqueando la portada. Tras pasar por la iglesia, el Camino de Santiago bordea la plaza central de Colombres, espacio diseñado en 1895 y presidido por el Ayuntamiento y con la estatua del gran benefactor local, Manuel Ibáñez Posada en el centro. Frente al Ayuntamiento, al otro lado de la plaza, se localiza la Quinta Guadalupe, sede del Archivo de Indianos y Museo de la Emigración de Asturias. 

El Camino discurre por calles en las que se puede apreciar de manera muy evidente la convivencia del caserío más tradicional de Colombres (viviendas de una o dos plantas, con muro cortafuegos flanqueando sus fachadas y con frecuente empleo de balcones y corredores) con las edificaciones de promoción indiana, de la que tenemos ejemplos excepcionales a la salida del pueblo, caso de la imponente Casa de las Palmeras, con su avenida de acceso flanqueada por palmeras de gran porte, la Casa de los Leones o la Quinta Buenavista. 

Tras pasar por Colombres, el Camino continúa, siempre en dirección Oeste, por la calle y camino de Badalán, pasando progresivamente de un ámbito urbano a otro entorno más propiamente rural. En la salida del núcleo se deja a mano derecha un crucero tradicional, llegándose poco después al llamado camino de las Concharascas, una vía sin asfaltar, de tierra compacta y piedra, que en una suave bajada, y pasando junto a una solitaria encina centenaria, conduce hacia el lugar de El Bao, desde donde se continúa hasta pasar junto a la ermita del Santo Cristo, lugar de larga historia jacobea.  

Desde aquí se produce pronto el encuentro con la carretera nacional N-634, debiendo retrocederse dos centenares de metros en dirección Este, por el arcén de esta vía, que está acondicionado para el tránsito de los peatones. A la altura de un edificio de color amarillo que se encuentra en el lado izquierdo (en la dirección que ahora toma el Camino) de la carretera, y que se corresponde a una pensión, se cruza la vía y se continúa en dirección a Pimiango. 

Discurre durante un centenar de metros el Camino por el arcén de la carretera local RD-1,  separado de la carretera por un guardarraíl y que cuenta con firme de zahorra. Al aproximarse al cementerio de Colombres (sito a mano derecha y que no se llega a flanquear), se gira a la izquierda, continuando la ruta durante un kilómetro por una vía paralela a la autovía, con el firme inicialmente hormigonado que da paso después a otro de piedra compacta. Se trata en ambos casos de una vía de gran anchura, construida en los primeros años del siglo XXI de manera simultánea a la autovía del Cantábrico,  que discurre en paralelo por la izquierda. En los primeros metros de recorrido por esta vía se deja a mano derecha la estación de ferrocarril de Colombres. 

En su tramo final, esta vía pasa a tener firme asfáltico y conduce directamente a una rotonda de enlace con la N-634, debiendo cruzarse la carretera nacional y continuar por el arcén hacia La Franca, pueblo que se atraviesa sin entrar en el mismo y que conduce directamente, a mano izquierda, (a la altura del barrio denominado Corral d’Abaxu), al desvío hacia la carretera AS-346, en dirección a Santa Eulalia, por donde prosigue el Camino de Santiago en su último tramo ya por el concejo de Ribadedeva. 

Prosigue la ruta por esta carretera autonómica durante unos 750 metros, cruzándose el río Ahijo y llegando hasta una curva junto a unos afloramientos rocosos en superficie, lugar en el que la ruta abandona la carretera y se desvía hacia un camino de piedra compactada que conduce hacia el puente del Campo sobre el río Cabra, límite entre los municipios de Ribadedeva y Llanes. Es éste un espacio que debido a la construcción de la Autovía del Cantábrico por esta zona ha sido muy transformado, estando en la actualidad dominado por los impresionantes apoyos de dos viaductos que salvan el valle del río Cabra a considerable altura. 

Marca el puente el límite entre los concejos de Llanes y Ribadesella/Ribeseya, y durante varios siglos, entre 1230 y 1833, también constituyó la línea divisoria entre Asturias y la provincia de Santander, hasta que con la reorganización provincial promovida por el primer gobierno liberal español este municipio, al igual que las dos Peñamelleras, pasaron definitivamente a formar parte del Principado. 

Una vez que se cruza el puente del Arco, se inicia una subida pronunciada pero breve por un camino de reciente construcción, con firme de piedra compacta y zahorra que discurre entre los pilares del viaducto de la autovía y que progresivamente se va ruralizando, pasando a ser una senda tradicional, flanqueada por sebes y arbustos, y que en dirección Norte conduce, en poco más de medio kilómetro, hasta los restos de la antigua venta de Santiuste, situada a la derecha del Camino, y que es uno de los lugares tradicionales de descanso que se vinculaban a esta ruta jacobea de la costa llanisca. 

Tras pasar la venta, se inicia un pronunciado descenso de apenas 300 metros hacia la carretera N-634, siendo posible desde aquí contemplar la costa cantábrica, en una zona de especial belleza (localizándose frente al Camino, al otro lado de la carretera nacional, los famosos bufones de Santiuste). 

Durante algo menos de 700 metros, el Camino discurre por el arcén de esta carretera nacional.  Tras esa distancia, existe un desvío a la izquierda que permite acceder a un camino paralelo a la carretera, una vía de servicio con el firme de piedra compactada que permite alejarse de la vía de tráfico rodado durante 450 metros aproximadamente. Al comienzo de este desvío aparecen dos estructuras correspondientes a un antiguo refugio de pastores y a una capilla de ánimas, trasladadas desde su primitivo emplazamiento con motivo de la construcción de la autovía. Este desvío concluye con la incorporación de nuevo al arcén de la carretera nacional, que prosigue durante un kilómetro antes de llegar al primer núcleo de población de Llanes que se encuentra la ruta jacobea costera, Buelna. 

El Camino flanquea la localidad de Buelna, discurriendo en todo momento por el arcén de la carretera nacional. Desde aquí puede contemplarse la bella arquitectura tradicional que caracteriza a muchas de las edificaciones del pueblo, así como alguna gran casona, con su monumental portada de acceso, caso de la del Conde del Valle. En algunos puntos, la localidad presenta un frente casi continuo de construcciones de dos alturas con corredores de madera entre cortafuegos en su planta superior. También se puede contemplar desde el Camino la iglesia de Santa María, pasando además la ruta justo al lado de una pequeña capilla de ánimas. 

A la salida del pueblo de Buelna, prosigue el Camino por el arcén de la carretera nacional durante unos 400 metros, hasta llegar al desvío a la localidad de Pendueles, donde enlaza con la carretera local LL-3. 

Se inicia entonces un deambular por diferentes caminos locales que confluyen en la localidad de Pendueles. Poco después del desvío se pasa por un paso inferior bajo la línea de ferrocarril y pronto, en un cruce de caminos, se deja a mano izquierda un pequeño espacio público en el que se localiza una fuente. El Camino continúa hacia el Oeste por los barrios de Verines, Arenas y La Venta (topónimo éste que recuerda que en este lugar existió una hospedería al servicio de los viajeros), a través de caminos asfaltados entre viviendas, muchas de las cuales cuentan con muros de cierre construidos a base de piedra superpuesta en seco, que flanquean la ruta jacobea durante buena parte de su recorrido por Pendueles. 

En su discurrir por las viviendas de la parte baja de Pendueles llega al Camino al cementerio, frente al cual existe una isleta vegetal tras la que se continúa hacia la derecha, en dirección a la iglesia de San Acisclo, reconocible por su alta torre de inspiración medieval y por las grandes dimensiones de un templo que conserva una portada románica que puede ser contemplada desde el exterior. En el flanco meridional del edificio se puede contemplar un vía crucis a base de cruces exentas y otras reproducidas en la propia fachada de la iglesia. 

Prosigue la ruta por la carretera LL-3, en una ligera ascensión que permitirá ir contemplando alguna de las construcciones más destacadas del pueblo, así como amplias perspectivas de la localidad.  El Camino es ya una acera plenamente urbana, que flanquea el espacio central de sociabilidad del pueblo: una plaza donde se localiza una bolera. A mano izquierda, tras la primera curva que se encuentra al pasar la iglesia, se puede contemplar, en una posición elevada, el palacio del Conde del Valle de Pendueles, en cuya parcela se levanta la primera panera que aparece en este itinerario del Camino Costero asturiano. 

Un poco más adelante, también a mano derecha, se encuentran las ruinas del imponente palacio de Santa Engracia, hoy en estado de abandono pero que aún impresiona por sus dimensiones y por la evocación del pasado esplendor que conoció, del que aún hay testigos en forma de fuentes y adornos de los antiguos jardines que se situaban entre el camino y la construcción. 

Tras pasar este palacio se continúa de frente, hacia la salida del pueblo, discurriendo por un puente sobre las vías del tren y dejando a mano derecha después una pradería limitada por rocas entre las que se vislumbran pequeñas cavidades, con frecuencia ocupadas por el ganado vacuno. 

Desde esta salida de Pendueles el Camino se incorpora de nuevo al arcén de la carretera nacional N-634, en dirección hacia Llanes. Ochocientos metros después, se llega a una glorieta, que se atraviesa siempre en dirección hacia la izquierda, hasta pasar por debajo de un paso elevado, llegándose a otra rotonda, que se bordea, continuando después durante algo más de 600 metros por el arcén de la carretera nacional, en dirección Llanes, hasta llegar al pueblo de Vidiago. 

Entre las primeras construcciones que flanquean el Camino de Santiago a su llegada a Vidiago, en el barrio de Casa’l Riu, destaca alguna gran casona con portalada de acceso a la misma. Poco después de superar estas primeras casas, el arcén de la carretera nacional da paso a una acera, por la que prosigue el Camino, hasta llegar a un cruce en el que la ruta toma el desvío a la izquierda, en la zona conocida como La Bolera. 

Se asciende una pequeña cuesta y comienza el recorrido hacia el Oeste, en paralelo a la carretera nacional, dejando a mano derecha el núcleo del pueblo, con su iglesia de Santa María de la Paz. 

El discurrir por los barrios de El Trichoriu, El Costazu, Riviescas, Gozalo y Las Llombetas, en la zona alta de Vidiago y rumbo hacia Riegu, transcurre por un camino asfaltado, entre muros de cierre de piedra y casas de factura tradicional, muchas con corredores de madera. Al término de las últimas casas del pueblo, la ruta jacobea prosigue por un camino de firme de tierra, flanqueado por muros de piedra de grandes dimensiones. 

Este Camino plenamente rural discurre a los pies de la Sierra Plana de la Borbolla, por parajes con abundante vegetación y arbolado, y conduce directamente, tras unos 400 metros, hasta el siguiente pueblo, Riegu

El Camino de Santiago atraviesa el pueblo de Riegu por la parte alta del mismo, entre casas de factura tradicional, agrupadas en pequeños barrios entre los que se disponen espacios de cultivo limitados por altos muros de piedra. Se llega a un espacio público abierto, en el que hay una fuente y, a mano derecha, las escuelas de primaria, de promoción indiana y gran valor arquitectónico. 

Prosigue la ruta entre casas más espaciadas, algunas de gran porte y en algunas de cuyas parcelas se adivinan instalaciones deportivas particulares de grandes dimensiones, por los barrios de L’Aldea, La Cueva, La Boleta y El Tornu). En determinados puntos se divisa a mano derecha la carretera nacional y el núcleo de Puertas de Vidiago, al que la ruta jacobea no llega. 

El Camino presenta firme asfáltico hasta pasar las últimas casas del barrio de El Tornu. Entonces, pasa a convertirse en una senda con firme de tierra, flanqueando al principio por muros de tierra, que discurre en sentido perpendicular a la marcha previa, y que acaba desembocando en un pequeño y frondoso bosque por el medio del cual se vuelve a encaminar la marcha hacia el Oeste, hasta converger con una pista forestal, que se sigue en dirección Oeste, hacia la izquierda, en las cercanías del Ídolo de Peña Tú, al que se puede acceder desde un camino perpendicular a la ruta jacobea, en dirección sur. 

La senda prosigue hacia el aula de interpretación de Peña Tú, edificio moderno que queda a mano derecha del Camino, en un punto donde el recorrido hace un quiebro descendente que le conduce hasta el arcén de la carretera nacional N-634, iniciándose entonces un recorrido de poco más de dos kilómetros por ese arcén. Durante el mismo se dejan a mano izquierda, tras cruzar sobre el río Purón, las instalaciones de una piscifactoría y un camping, así como una antigua casona de grandes dimensiones, correspondiente a la histórica Venta del Pomar. 

De esta forma se llega a las proximidades de una rotonda, con indicación viaria a San Roque l’Acebal y a la Autovía A-8. Nada más pasar ese cartel, se cruza la carretera y se circula hacia la izquierda. Se inicia a continuación un camino de tierra y piedra que se desvía de la carretera nacional y que avanza hacia un paso inferior de la vía, enlazando con un camino que discurre hacia el Oeste de forma paralela más o menos a la carretera nacional. Este camino, inicialmente de piedra compacta va dando paso a una ruta más primitiva, con el firme de tierra y flanqueada por abundante vegetación. Al avanzar se encontrará, a mano izquierda, flanqueando el Camino, una pequeña capilla de ánimas.  

Unos metros después de la capilla de ánimas, el camino vuelve a incorporarse al arcén de la carretera nacional. Tras 215 metros en este caso, se llega al pueblo de San Roque l’Acebal, siguiente localidad llanisca del Camino costero. 

Tras el cartel identificativo del pueblo, situado en la carretera nacional, el Camino de Santiago se desvía hacia la derecha, por una carretera local, de firme asfaltado, que discurre entre viviendas y cierres de piedra de fincas y parcelas, en una zona conocida como Camino Real. Se llega, en dirección Oeste, a un vial de tierra, enmarcado por vegetación arbustiva y algún árbol, hasta desembocar en la parte trasera de una construcción moderna de dos pisos y un bajo de considerable altura. El camino flanquea el aparcamiento de esta construcción hacia la derecha, prosigue por delante de un edificio de sillares y porte monumental correspondiente a una iglesia que no se llegó a terminar nunca, quedando inconclusa. Pronto se accede ya al centro del pueblo de San Roque l’Acebal, situado a los pies de la cercana sierra del Cuera. 

Prosigue la ruta por una acera situada en el margen derecho de la carretera nacional que atraviesa San Roque l´Acebal, hasta llegar a las inmediaciones de una estación de servicio, cuando justo antes se cruza la carretera y se pasa a circular por un camino vecinal asfaltado, que discurre por detrás de la estación de servicio y una serie de viviendas hasta volver a desembocar en la carretera nacional, enfrente de una casona indiana precedida por dos palmeras. 

Durante 300 metros el Camino coincide con el arcén izquierdo de esta vía. Tras esa distancia se llega a una rotonda, que se bordea, pasando la ruta jacobea a discurrir por una acera. Se continúa tras la rotonda por esa acera, dejando atrás una edificación y girando a la derecha bajo un paso inferior. Inicia entonces el Camino una ascensión, primero por una pista asfaltada que en breve pasa a tener el firme de piedra compacta y que tras varios giros, confluye en un camino rural con firme de tierra fuertemente encajado entre muros de tierra y entre castaños. Pocos metros después el Camino llega al alto de la Jorcada, en el que se ubica la ermita del Cristo del Camino, lugar de gran devoción para los llaniscos y de larga historia jacobea. 

Desde la capilla del Cristo el Camino inicia un descenso por la zona de La Jorcá y La Portilla hacia las primeras estribaciones de la villa de Llanes, a través de una carretera asfaltada que progresivamente va dando paso a una calle con sus aceras, flanqueada de viviendas unifamiliares de reciente construcción, que finaliza en una rotonda ya en el núcleo urbano, dirigiéndose la ruta hacia la izquierda, entroncando con la avenida de la Concepción y con las calles Pidal y Las Barqueras, hasta llegar al puente sobre el río Carrocéu que marca el final de la presente etapa, siendo un punto excelente para iniciar la exploración de la villa llanisca. En este tránsito inicial por la villa de Llanes, el Camino discurre junto a varias casonas de grandes dimensiones, promovidas en muchos casos por indianos retornados de América. Se trata de construcciones de finales del XIX o comienzos del X, como el palacio de Partarríu, Villa Concepción o Villa Flora. También hay algún ejemplo de construcción de otros estilos, como la montañesa Villa de Los Barquitos. 

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